martes, 30 de octubre de 2018

revisiones: rick rubin


Una de las miles de posibles definiciones del trabajo del productor de música es: persona capaz de relacionar ideas, jugar con ellas y encontrar nuevos caminos para comunicarlas y conmover corazones. De primera mano no es un trabajo fácil de hacer (aunque las casas disqueras gasten millones en expertos en relaciones públicas, promoción, mercadeo y demás títulos que se dan los mercaderes del templo para pretender que todo se soluciona con dinero) pero para fortuna del personal hay buenos ejemplos a seguir. Entre ellos está Rick Rubin un viejo lobo en el arte de ser productor.

Luego de haber grabado nuestras primeras producciones entre 2009 y 2011 de manera intuitiva y espontánea, muy al estilo házlo tú mismo que cacarea el punk, llegamos a varias conclusiones: primero, quedamos satisfechos; segundo, queríamos tener otra perspectiva para las nuevas producciones que vendrán a partir de 2019. De tal guisa comenzamos a revisar el pensamiento de productores que respetamos y admiramos. Comenzamos con Rubin porque su día de nacimiento coincide con el de uno de los atarbanes...



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