jueves, 29 de abril de 2010

el EP digital


Con la aparición del mp3 y posteriormente de itunes, el formato de grabación de música cambió. Al día de hoy son pocas las personas que siguen comprando discos compactos, me refiero al objeto, a tener una caja plástica que contiene un folleto y un elemento circular con música grabada en el.

vimos como desaparecieron los cartuchos, luego el disco de vinilo, los cassettes, y el cd (prefiero llamarlo disco compacto a cidí), para ser reemplazados por pequeños reproductores de mp3. A lo anterior sumamos el furor de las redes sociales aparecidas gracias a internet 2.0 y la facilidad de distribuir nuestra música alrededor del globo.

Decidimos, por ende, regalar nuestra música, ¿quién la querría comprar si nadie nos conoce?. Además de ser unos pésimos comerciantes, los atarbanes nos distinguimos por ser perseverantes, que es otra manera de decir tercos, e investigamos un poco al respecto.

Encontramos que el formato adecuado a nuestras expectativas sería el EP (extended play) que contendría máximo cuatro canciones. Dejamos a un lado el LP (long play) de diez o más canciones porque la oferta de música gratuita generada por internet es increíblemente alta, así que la competencia es feroz, y de alguna forma sería perder un gran esfuerzo para una banda independiente que se auto-produce.

Sin embargo compensaríamos el reducido número de canciones con una alta frecuencia en la publicación. ¿Qué quiere decir esto? Que publicaríamos varios EP al año, tres como mínimo. Además decidimos que no existirían sencillos destacados, pues todas nuestras canciones lo serían, y las publicaríamos una a una cada quince días.

Para finalizar nuestra estrategia, regalaríamos todas las producciones acompañadas de un folleto digital, imitando la manera en que Trent Reznor lo hizo con Saul Williams. Hasta el momento lo hemos cumplido.

viernes, 23 de abril de 2010

salir al aire, la decisión

Luego de tener algunas grabaciones con las que nos sentíamos satisfechos pensamos en la posibilidad de editar un disco, sin embargo lo veíamos como algo que no tendría los resultados esperados, tanto en ventas como en impacto, así que desistimos en el intento de publicar, pero seguimos grabando.

Con la llegada de myspace, en 2005 vimos una posibilidad interesante para publicar y llegar a la mayor cantidad de gente posible, en 2006 abrimos una cuenta de prueba y subimos un par de canciones. Un año después no había pasado nada, nadie nos escuchaba y mucho menos nos conocía. El problema radicaba en el mercadeo, no habíamos hecho ningún esfuerzo por que la gente se dirigiera allí, eramos un renglón más en un directorio telefónico del mundo.

En febrero de 2009 asistimos al primer congreso nacional de música organizado por el ministerio de cultura, y aprendimos un poco de la experiencia de otras bandas que habían logrado llegar mas lejos.

Así que retomamos nuestro lugar en myspace y comenzamos una pequeña e improvisada estrategia de mercadeo: hacer la mayor cantidad de amigos posible. El asunto funcionó mejor, algunas personas nos escribían buenos comentarios. Al poco tiempo nos dimos cuenta de las ventajas que implicaba un portal como reverbnation.com, pues regalaba widgets, pequeños programas que gracias a internet 2.0 permitían mostrar la música sin tener que ir al sitio, podíamos enviar el artilugio en correos electrónicos e incrustarlo en nuestro blog. Eso funcionó aun mejor.

Sin lugar a dudas la mayor ventaja la tuvimos gracias a facebook, pues podíamos tener todo lo anterior en una sola cuenta controlable, además de tener contacto en tiempo real con la gente. A pesar que perdimos la primera cuenta pues no era una página de grupo de música sino una cuenta personal, logramos recuperar nuestros fans y nos ayudó a potenciar nuestra presencia en la red aun mas.

Sin embargo quedaba una pregunta en el aire ¿qué formato de publicación trabajar?

viernes, 16 de abril de 2010

las primeras grabaciones de los atarbanes

Aunque desde 1995 había comenzado a trabajar con computadoras y secuenciadores, las primeras grabaciones de los atarbanes de 1997 seguían siendo análogas, sin embargo el sonido que logré no acababa de convencerme, ya que grababa las guitarras por linea y las baterías eran programadas con los sonidos de un sintetizador (no conocía los samplers), eso hacía que el sonido fuera muy acartonado, aun conservo esas cintas y me emociona escucharlas.

Al inicio del nuevo siglo las computadoras se hacían más potentes en su capacidad de procesamiento, y el software también evolucionaba, yo ensayaba todos los demos de secuenciadores, y aunque aprendí con cakewalk, me decidí por cubase de steinberg, básicamente por el uso de rewire, una tecnología desarrollada por propellerhead (los mismos creadores de reason) que permitía sincronizar varios programas al secuenciador sin tener mayores complicaciones. Comencé sincronizando el secuenciador de patrones rebirth, lo que me daba más posibilidades y facilidades a la hora de producir rápidamente para las series de televisión a las que le componía la música.

El año 2003 fue importante para los atarbanes, pues decidimos grabar nuevas canciones con la nueva tecnología que teníamos a disposición. Canciones como ¿qué le vamos a hacer?, no confíes en mi y pero tu no estás fueron fruto de esas sesiones. Ya las guitarras eléctricas se podían grabar del amplificador y las acústicas con micrófonos de condensador.

Aunque habíamos mejorado la técnica de grabación, nuestras habilidades para la mezcla estaban lejos de ser buenas, así que continuamos grabando la mayor cantidad de canciones para mezclárlas mas adelante. Un par de años después seguí un par de cursos de mezcla y leí varios libros especializados, además de muchos artículos relacionados con el tema que había en internet.

Poco a poco fuimos consiguiendo un sonido que nos satisficiera, sin embargo no publicamos ninguna canción hasta estar completamente seguros y sentirnos a gusto con los resultados que íbamos obteniendo, no teníamos ninguna prisa. Mezclábamos y un par de semanas después re-mezclábamos, buscando mejorar hasta el más mínimo detalle. No nos importaba ser técnicamente perfectos, queríamos que la grabación reflejara las emoción que las canciones despertaban en nosotros. Ha sido un largo y satisfactorio proceso de aprendizaje que aun no termina.