lunes, 13 de septiembre de 2010

de la asepsia en las grabaciones

Hay un punto que llama la atención cuando el público escucha las grabaciones de los atarbanes, y es la falta de asepsia en las mismas. Muchos nos recomiendan volver a grabar o post-producir mejor (risas pregrabadas), no se han preguntado si ese es el sonido que queremos.

A continuación viene la comparación con grabaciones hechas por grandes sellos (majors les dicen los snobs), a lo que nos reservamos el comentario y solo levantamos con gracia las comisuras de los labios. Sin embargo creo que este el el lugar para comentar al respecto.

Cuando surgió la grabación de música no existían estudios propiamente dichos, quiero decir con insonorización, ingeniería ni arquitectos especializados. Era tan solo una grabadora, un micrófono, el artista y un par de tragos, en medio de lupanares u oficinas de mala muerte. ¿Los resultados? escuchen a robert johnson, muddy waters, howlin' wolf, lucho bermúdez, entre otros. Luego los grandes mercaderes vieron un buen negocio en la música y con el dinero el asunto fue creciendo y mejorando técnicamente, ¿el metodo? prueba y error, ¿la ventaja? la emoción se sentía en la música registrada. ¿Les suena el sonido motown?.

Para la década de  los noventa el asunto ya había tocado límites  insospechados, muchos dicen que esas fueron las mejores grabaciones hechas, técnicamente hablando. Luego con la llegada de las computadoras el asunto se salió de proporciones, todos querían grabar con tontools, y los precios eran astronómicos.

Por fortuna para nosotros, luego vendrían los estudios caseros, baratos y de buena calidad, con muchas de las facilidades de esos grandes, asépticos y costosos estudios, lo que nos permitió grabar nuestro ruido como nos venía en gana, sin peceras para grabar voces "sin ruidos" que afecten, ni estudios de preciosas maderas hechos por preciosos arquitectos, ni enormes consolas, tan sólo nosotros, unas guitarras y la verdad, como alguien dijo en su momento.

Y así, poco a poco, como quien tiene un papel y comienza a dibujar torpemente, y borra y tacha, fuimos encontrando nuestro sonido. Los ingenieros pueden decir lo que quieran, porque no son útiles para nosotros si la emoción no queda plasmada en la grabación, nos tiene sin cuidado la perfección técnica per se.

Otro asunto a tener en cuenta es el de la masterización a volúmenes exagerados que fatigan y no tienen dinámica alguna por la sobrecompresión aplicada sin ninguna clase de miramientos, tan sólo sonar más duro que los demás. No consideramos esa una buena estrategia.

Por el momento advertimos que los grupos colombianos que gastan toneladas de dinero en la producción de su música (incluso en estados unidos), no han tenido retorno en ganancia de dinero ni en seguidores fieles, así que (en nuestra atarbana opinión) están despilfarrando su dinero, mal negocio.

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